


Nunca en mi vida he puesto un pie en Nueva York; o ahora que lo pienso mejor, quizá sí. Definitivamente, no he puesto un pie en Nueva York, sino los dos, y no sólo los he puesto, sino que también los he movido ampliamente por la gran urbe, llevándolos de acá para allá en un interminable recorrido por sus avenidas, plazas, parques, puentes y clubes. Y no precisamente en pocas ocasiones. Tal es el poder y la magia de la música, el cine y la literatura: vehículos raudos y potentes que no conocen límites o distancias ni en el espacio ni en el tiempo, que nos conducen con maestría y precisión entre los innumerables rincones y vericuetos de nuestra topografía sentimental. De mis imaginados trayectos por el mapa neoyorquino han quedado impresas en mi mente y en mi corazón, de manera nítida e indeleble, un buen número de emotivas y enriquecedoras estampas. Dejadme que de entre todas ellas elija algunas para ir compartiéndolas con vosotros en las entradas de mi blog. He aquí la primera de ellas.
Dinah Washington en Manhattan
En "Ventanas de Manhattan" (su espléndido diario-relato-libro de viaje sentimental neoyorquino), escribe Antonio Muñoz Molina: “En aquel viaje yo le regalaba mis lugares más queridos de Nueva York a la mujer que iba conmigo, los que había encontrado yo a solas, en caminatas que siempre tenían una emoción simultánea de aventuras de descubrimiento del mundo y descensos al interior de mí mismo (…) Cuando los días se volvieron despejados calculé la hora más propicia y fuimos al otro lado del puente de Brooklyn para cruzarlo a pie hacia Manhattan”. A veces, soy yo el que calculo meticulosamente la hora más propicia para disfrutar del placer de escuchar a Dinah Washington cantar y contar los sugerentes sonidos e imágenes de 'Manhattan' (Rodgers / Hart): siempre en el momento en que la noche cruza el umbral del nuevo día, cuando, aun vencida por las múltiples empresas del viejo día, la mente se vuelve despejada; es entonces cuando la seductora voz de Dinah ejerce todo su poder sobre mí, intercambia los papeles asignados al hombre y a la mujer en el texto de Muñoz Molina, y tiende ante mí un imaginario puente de Brooklyn por el que ambos dirigimos nuestros pasos hacia Manhattan y comenzamos a caminar por sus largas avenidas. De Dinah me encandila la aterciopelada robustez de su voz, pero también la glamurosa sensualidad de su imagen. Visualizo en el disco una foto de ella que me atrapa al instante: en delicado escorzo, tocada con vestido y pieles de un blanco que contrasta majestuosamente con la suave oscuridad de su piel, alarga su brazo izquierdo y parece querer soplar sobre la palma de la mano, para extender en derredor algo que en ella tuviese depositado. Yo sé bien lo que es: son las evocadoras notas de su canción que, cual polvos mágicos, van haciendo desfilar uno tras otro ante los ojos de mi mente escenarios neoyorquinos una y mil veces soñados. Los lugares de Nueva York que en mágica sucesión me va regalando Dinah con su voz se aparecen como metafóricas estaciones de un largo trayecto gnóstico: aquel en el que la cantante fue descubriendo el mundo y descendiendo hasta el interior de sí misma, reinventándose continuamente en lo musical, desde el gospel al pop atravesando por el jazz y el blues. Me voy a escuchar su canción una vez más, y mucho antes de que lo haga Leonard Cohen en su 'First We Take Manhattan', Dinah y yo “tomaremos Manhattan, el Bronx y también Staten Island, pasearemos por Central Park y convertiremos Manhattan en una isla de alegría” (‘We’ll take Manhattan, the Bronx and Staten Island too / in Central park we’ll stroll/ we’ll turn Manhattan into an isle of joy’).
Dinah Washington: Manhattan
We'll take Manhattan
the Bronx and Staten
Island too.
It's lovely going through
the zoo!
Well,
It's very fancy
on old Delancy
street you know.
The subway charms us so
when balmy breezes blow
to and fro.
And tell me what street
compares with Mott Street
in July?
Sweet push carts
gently gliding by.
The great big city's
a wondrous toy
just made for a girl and boy.
We'll turn Manhattan
into an isle of joy!
We'll go to Yonkers
Where true love conquers
In the whiles
And starve together
dear, in Chiles
We'll go to Coney
And eat baloney on a roll
In Central Park we'll stroll
Where our first kiss we stole
Soul to soul
And for some high fair
We'll go to "My Fair Lady"
We'll hope it closes someday
The city's clamor
can never spoil
The dreams of a boy and goil
We'll turn Manhattan
into an isle of joy!
The city's bustle cannot (no it cannot) destroy
The dreams of a girl and boy --
We'll turn Manhattan
Into an isle of joy.
Dinah Washington: Send Me To The Electric Chair
Dinah Washington: What A Difference A Day Makes
Dinah Washington: I’ve Got A Crush On You
Dinah Washington: Time After Time
Dinah Washington: A Bad Case Of The Blues
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